
A lo largo de nuestros diferentes artículos, hemos pasado revista a una amplia variedad de tipos de administración. No queremos dejar de lado ninguno de ellos, para que las conozcas todas y tengas un panorama amplio sobre el tema. Con ese fin, en esta publicación nos dedicamos a otra de las corrientes que existen en el ámbito administrativo: se trata de la administración científica.
¿Cuáles son las concepciones teóricas que priman en esta corriente? ¿En qué se basa, qué fundamentos presenta, cuándo surgió? Respondemos todas las preguntas que te estás haciendo ahora. Además, destacamos sus principales características y la importancia o relevancia que presenta para las empresas hoy.
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En qué consiste la administración científica
Intentaremos ir al grano y responder de manera directa la pregunta. La administración científica es una corriente de gestión organizacional que se centra en la realización de tareas. Propone la aplicación de métodos eminentemente científicos (sobre todo, la observación directa y la medición de datos cuantificables) para lograr la máxima eficacia posible en los procesos de la organización.
Es un tipo de administración que se basa en premisas lógicas y en la racionalidad; se orienta a no dejar componentes al azar en la organización de la empresa, bajo el convencimiento de que si los procesos son ordenados y se hacen como se tienen que hacer, nada va a fallar (o al menos, no se producirá un desperdicio de recursos en términos de dinero, tiempo o esfuerzo).
El nombre que recibe esta teoría, tal como acabamos de sugerir, proviene de la racionalización que lleva a cabo de las técnicas de ingeniería que se aplican al rendimiento de los operarios. La corriente surgió a raíz de los fuertes conflictos sociales que generó la Revolución Industrial en Europa, Estados Unidos y otras economías importantes en el mundo. Sin duda alguna, el reemplazo de la producción artesanal por la industria a gran escala trajo profundas consecuencias para el funcionamiento de las sociedades a nivel global.
Distintas situaciones problemáticas que fueron apareciendo y que se volvieron cada vez más evidentes (entre ellas, la gran cantidad de empresas nacientes, el pobre rendimiento de las máquinas utilizadas, el gran nivel de desperdicios que generaban las actividades, el estado de insatisfacción entre los trabajadores, el fuerte grado de pérdida como consecuencia de malas decisiones empresariales…), generaron la creación de esta corriente como una posible solución al estado de cosas imperante.
El principal responsable de la creación de la administración científica es Frederick Winslow Taylor, un ingeniero estadounidense que observó agudamente la situación de la industria de su época. Consciente de las difíciles situaciones que se daban en el escenario empresarial, propuso una racionalización del trabajo como medida de saneamiento de las mismas. Su objetivo primordial era optimizar la producción para el consumo en masa.
Taylor sostenía que, al incrementar la eficacia de la industria, los vínculos entre patrones y obreros también mejorarían, además de que se ganarían muchos más beneficios para todo el sector. Después de un largo proceso de observación e investigación, concluyó que las características del sistema industrial del momento no colaboraban para lograr una producción satisfactoria y eficiente, sino -como explicamos más arriba- todo lo contrario.
Este experto supo detectar los defectos de un sistema de producción que se había desarrollado de una forma tan vertiginosa que no había alcanzado a conocerse bien a sí mismo, y que por eso “hacía aguas” por todas partes. Los sólidos postulados de la ciencia, la metodología de la investigación proveniente de las áreas más duras del conocimiento y las técnicas de disciplinas como la ingeniería, podrían ayudar a ordenar los procesos de una industria cada vez más mecanizada pero al mismo tiempo, ineficiente.
Ahora bien ¿cuáles fueron las propuestas de Taylor, en concreto, para mejorar el sistema industrial de la época? En otras palabras ¿qué características debía tener la administración científica dentro de una empresa para llevarla a su máxima eficiencia? Te lo contamos en el siguiente apartado.

Antes de continuar, de cualquier manera, queremos compartir contigo este link para que sigas explorando la vida de Taylor y su trabajo por ti mismo. Hemos tratado de elaborar un panorama abarcativo y completo de la cuestión, pero sin la exhaustividad que puede requerir un perfil de lector riguroso. Así es que, si el informe que presentamos no incluye todos los aspectos que necesitas conocer, aquí tienes una fuente de consulta segura. Aclaramos que solo consignamos enlaces verificados por nuestros expertos para que no corras riesgos de ningún tipo surfeando la web.
Características de la administración científica
Tal como prometimos, en esta sección enunciamos y explicamos las características fundamentales de la corriente de la administración científica. Queremos que comprendas de manera acabada cómo impacta en la concreta realidad diaria de una organización. Imagina el impacto que provocaron las contribuciones de Taylor no solo en su época sino en las décadas sucesivas, que hoy en día este tipo de administración se conoce específicamente como “taylorismo”.
En fin, sin más preámbulos, a continuación te mostramos las principales cualidades de la doctrina propuesta por Taylor. Seguramente reconocerás la vigencia de varios de estos postulados en el funcionamiento de las empresas actuales, sean del rubro que sean y sin importar el país al cual pertenezcan.
- Propone salarios altos para los empleados a fin de mantenerlos motivados y reconocer sus esfuerzos.
- Aplica diferentes técnicas para reducir al mínimo posible los costos de producción.
- Utiliza métodos científicos para dar respuesta a problemáticas globales.
- La administración científica se basa en premisas claras y en un sistema de comunicación eficiente entre los operarios y sus superiores, como así también en la dirección opuesta.
- Tiende a estandarizar los procesos productivos en sus diversas fases para que la cadena gane en eficiencia.
- Coloca a cada empleado en su puesto bajo un criterio de selección científica (según sus capacidades, habilidades y experiencia).
- Espera que los miembros de la planta vayan avanzando en la misma firma durante toda la vida; es decir, promociona el hacer carrera dentro de la empresa (esto, si lo pensamos con detenimiento, es la tendencia contraria a la actual, que presenta una alta rotación del personal).
- Escoge las condiciones de trabajo y los recursos necesarios (por ejemplo, los materiales) de acuerdo a pautas eminentemente técnicas.Busca que las normas y reglamentaciones de la firma sean cumplidas a rajatabla por todos sus miembros.
- Brinda capacitación a los empleados para que optimicen sus aptitudes (con un criterio de entrenamiento científico).
- Aspira a cultivar un ambiente de cooperación y cordialidad entre los diversos niveles de la organización.
- Lleva a cabo una fuerte racionalización del trabajo que resulta coherente con la propia arquitectura de la empresa. Los principios organizacionales tienen que verse reflejados en las actividades laborales que se despliegan.
Ya ves que la administración científica comporta características que le son propias y que la hacen diferenciarse de otras escuelas de la administración. Por eso, para evitar confundirte y creer que es todo lo mismo, hemos querido hacer un análisis pormenorizado de esta teoría.
Evidentemente, decir que se trata de una metodología inspirada en la ciencia no basta, pues tal premisa podría resultar confusa. No implica necesariamente un laboratorio y cálculos matemáticos, sino más bien el rigor y la exactitud de los pasos que se siguen al aplicar técnicas muy especializadas para lograr resultados concretos y predecibles, con un escaso margen de error.
No obstante, ten en cuenta que ninguna firma aplica todos los postulados de una propuesta teórica exactamente a como fueron diseñados. Siempre hay adaptaciones de acuerdo con el perfil de negocios y la situación propia de la firma. En este sentido, es muy probable que hayas podido detectar distintos principios de la administración científica actualmente en funcionamiento en una empresa dada, aunque no el 100% de los preceptos que incluye.

Por ejemplo, es posible que el postulado taylorista de la alta remuneración a los empleados hoy no sea respetado en una gran cantidad de empresas en la actualidad, pero esto puede deberse a que existe una fuerte crisis económica que no solo ha llevado a las firmas a reducir el personal o a limitar su ascenso salarial, sino que además la falta de trabajo lleva a las personas a aceptar puestos que están por debajo de sus requerimientos o necesidades en términos de la paga que ofrecen.
En fin, en este artículo hemos realizado una amplia caracterización de lo que implica la corriente de la administración científica. ¿Tienes dudas o preguntas? Puedes dejar tu comentario en la caja que se encuentra aquí abajo. Por otra parte, si te ha gustado la publicación, no olvides compartirla con todos tus contactos. ¡Hasta pronto!
Fuentes
- Chiavenato, Idalberto (2001) Administración: proceso administrativo. Colombia: Mc Graw-Hill.
- García Martínez, José G. y Münch, Lourdes (2017) Fundamentos de administración. México: Trillas.