
Gracias a esta publicación, tienes delante de ti una oportunidad única: aprender mucho sobre una de las clases de empresas más conocidas de todos los tiempos en la historia de la Economía. Es aquella que primero se nos aparece en la mente cuando pensamos en un negocio o en el concepto mismo de “empresa”. ¿Todavía no adivinaste? Se trata de la típica empresa industrial: ¿en qué consiste? ¿A qué se dedica y cuál es su fin? Descúbrelo a continuación.
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Qué es una empresa industrial
Tal como adelantamos más arriba, la empresa industrial es la empresa prototípica, la que todos tenemos en nuestras representaciones mentales: aquella que se dedica a producir –fabricar- bienes a gran escala. Su objetivo es transformar una materia prima, un material en bruto, en artículos que sean consumibles para las personas o que puedan ser aprovechados en otras industrias.
¿Cuáles son las principales cualidades o atributos de esta clase de empresas? Hacemos un pequeño listado que las detalla:
- Suelen funcionar en un predio amplio.
- Necesitan mucha infraestructura (maquinaria pesada, instalaciones, etc.)
- Requieren mano de obra calificada, y por eso contratan gran cantidad de personal: obreros, técnicos, ingenieros, etc.
- Permiten obtener productos comercializables en cualquier rincón del mundo (suelen hacer exportación)
- Llevan a cabo procesos productivos estandarizados.
- Recurren a materiales brutos (materias primas) y los transforman.
- Se dedican a producir en serie: realizan lotes específicos que pasan por estadios determinados en una gran cadena productiva (por ejemplo, indumentaria, alimentos envasados, juguetes, cosméticos, fármacos).
El desarrollo de la empresa industrial tal como la conocemos comenzó hace algunos siglos atrás, con las llamadas “Revoluciones Industriales” (sobre todo, en el siglo XIX). Este fenómeno provocó fuertes avances en la calidad de vida de la humanidad, modificó la forma de vivir y la organización social en las ciudades, cambió la constitución de la familia, impactó en el acceso a los alimentos y a otros bienes básicos, cambió los hábitos de consumo de la población, etc.
Cabe aclarar que existen diversos tipos de empresas industriales de acuerdo a su modo de producción: algunas fabrican productos por lotes, otras se dedican a la elaboración de X artículo en forma masiva, otras realizan elaboración por encargo, etc. En la elección de una u otra propuesta (o en todo caso, en la combinación de varias) influyen factores como la infraestructura de la entidad, los recursos con que cuente y sus objetivos a corto y largo plazo.

Sin duda alguna, esta clase de empresa ha marcado el desarrollo del hombre sobre la Tierra. La mayor parte de los bienes de los cuales disfrutamos todos los días –desde el televisor hasta la lata de arvejas que hay en la alacena- no existirían si no hubiera sido gracias a los esfuerzos de la empresa industrial. Por supuesto, esta no está formada únicamente por máquinas y bienes sino también por personas; en este sentido, a continuación comentamos quiénes son los miembros que la conforman.
Personal de una empresa industrial
Ciertamente, sin la intervención del hombre las máquinas no servirían para nada. No es posible concebir una industria 100% automatizada, que funcione prescindiendo de la acción humana. Así, en este apartado te contamos quiénes suelen conformar el personal típico de una empresa industrial:
- Creativos: son aquellas personas que se encargan de detectar las necesidades de los consumidores y proponer la fabricación de nuevos artículos que las cubran.
- Diseñadores: son quienes plasman en un producto concreto aquellas ideas que han propuesto los creativos; aportan calidad, innovación y diseño para lograr una alternativa de consumo tentadora.
- Operarios: quienes tienen conocimientos técnicos –como los ensambladores o los constructores- se encargan de intervenir directamente en la conformación de un objeto, la transformación de las materias primas en la cadena de producción. Tradicionalmente manejan maquinarias, controlan y realizan tareas entre los distintos eslabones del proceso.
- Agentes de comercialización: se encargan de ubicar los productos obtenidos en distintas compañías, mercados, locales comerciales, etc. Generan las ganancias esperadas al lograr vender lo producido a consumidores finales o a otras empresas.
- Agentes distribuidores: tal como su nombre lo indica, en ellos está la responsabilidad de distribuir o repartir los artículos producidos.
- Dirigentes: en toda empresa hay rangos jerárquicos que atañen a quienes se encargan de tomar las grandes decisiones económicas, invertir, supervisar, dirigir, controlar, etc.
Todos estos actores son necesarios al interior de una empresa industrial, para que esta pueda llevar a cabo correctamente sus diversas dinámicas. Sin embargo, es importante apuntar que el trabajo debe ser coordinado y armónico, para que los esfuerzos individuales apunten a la consecución de los objetivos organizacionales. De lo contrario, se produce un desperdicio de recursos que obligan a tomar medidas para volver a encauzar el rumbo.
Normalmente, una vez al año las organizaciones realizan una planificación anual de sus actividades acompañada de un diagrama de flujo con los procesos que deben seguir. Esto resulta crucial para que todos los involucrados en el proceso productivo sepan qué es lo que hay que hacer en cada momento, de qué manera, qué responsabilidad tienen en ello, etc. Sin tales medidas de planeación, resulta casi imposible pensar en un proceso industrial ordenado y productivo.

No podemos dudar de que la empresa industrial es uno de los grandes motores que mueven la economía del mundo. Sin ella, prácticamente no se podrían concebir oportunidades de desarrollo en ciertos países, como asimismo muchas poblaciones no verían satisfechas sus necesidades básicas hoy. Además, se trata de un modelo productivo que mueve muchos otros negocios, como por ejemplo el de la publicidad, el cultivo de alimentos, la minería, las telecomunicaciones, el desarrollo de nuevas tecnologías, etc.
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