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Publicidad engañosa: qué es y cómo detectarla

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No es un misterio para nadie que el mercado de consumo en el cual estamos insertos es altamente competitivo. Esto ha llevado a las empresas a desarrollar todo tipo de estrategias para posicionarse en el mismo y sobrevivir…en ocasiones, a costa de métodos poco éticos y que pueden costarle caro a los clientes. En este sentido, hoy hablaremos sobre la publicidad engañosa y sus implicancias. ¿Qué es? ¿Cómo detectarla a tiempo? Te lo explicamos aquí para que no te dejes engatusar.

Las compañías quieren tu dinero. Quieren que seas su cliente por siempre, que nunca dejes de necesitarlas ni de comprar sus productos o contratar sus servicios. Para ello, constantemente te bombardean con ofertas, promociones, concursos, beneficios, ventajas… publicidad y más publicidad. El problema es que no siempre esta promoción de bienes o servicios es clara y fidedigna, sino que va con segundas intenciones.

¿De qué estamos hablando exactamente? De la publicidad engañosa. Continúa leyendo y entérate de qué se trata. Ponemos a tu disposición información de alta calidad verificada por expertos. Contamos con fuentes confiables y actualizadas para traerte la data que estabas esperando conocer.

¿Qué es la publicidad engañosa?

Pues bien, ciertamente no hay que ser un genio para deducir que la publicidad engañosa es aquella que busca promocionar productos o servicios con una estrategia que incita a la confusión, a “enganchar” al consumidor con un anzuelo tentador que detrás esconde una cortina de humo. La oferta que realiza no es clara y los términos son, en parte, una mentira. ¿Por qué?

En este tipo de estrategia publicitaria, no se explicitan claramente todas las condiciones bajo las cuales opera una promoción y así aparece muchísimo más atractiva a los ojos del cliente. Por ejemplo, te ofrecen 25% de descuento en la compra del supermercado con X tarjeta de crédito y tú piensas: “¡Wow! Es muchísimo descuento”, pero no te aclaran que el tope de reintegro por compra es de $150, cifra de dinero que resulta miserable. Así, haces una compra grande de alimentos convencido de que van a devolverte ¼ de lo que pagaste, y resulta que no va a ser así.

Lo mismo sucede cuando una marca te ofrece un supuesto “regalo”, pero no te aclara en el anuncio que para obtenerlo debes comprar otro producto de X valor. Por ejemplo, un aviso puede decir “Semana de la Belleza: pasa a retirar una fragancia de regalo por nuestras tiendas cosméticas”, pero cuando acudes, te enteras de que el regalo es a condición de una compra mínima de $2 mil en maquillaje.

También se considera “publicidad engañosa” el hecho de que las tarjetas de crédito y las casas financieras, como así también las promociones de compra en cuotas, no expresen el CFT (Costo Financiero Total) que implica la contratación de un préstamo o la financiación de productos/servicios en cuotas. Es muy importante que sepas cuánto interés estás pagando y qué impuestos, tasas o cargos agregados se esconden detrás de cada alternativa.

Por ley, todas las empresas están obligadas a explicitar los términos y condiciones de las promociones que lanzan en la conocida “letra chica” (esos textos de letra mínima que aparecen al pie de las publicidades en revistas, diarios, TV, etc.). El problema es que en la mayoría de los casos el texto pasa muy rápido (por ejemplo, en la televisión o por la radio, cuando la grabación pasa a gran velocidad) y las personas no alcanzan a percibir lo que se dice.

De hecho, también existen casos de publicidad engañosa en la misma difusión de productos para su compra directa. Seguramente has visto, por la calle, un gran cartel de una cadena de comida rápida que te muestra una hamburguesa gigantesca y altísima; pero cuando tú acudes al local, te encuentras con una hamburguesa que se ve mucho más chica y que está toda aplastada. Es muy probable que te hayas sentido muy tonto al hacer la compra, pero déjanos decirte que no eres tú… la campaña publicitaria está hecha así a propósito.

Lo mismo sucede con una amplia variedad de productos que te muestran por la TV una imagen de felicidad y éxito que no necesariamente está involucrada con el producto en sí (tomar X bebida no va a aportarte más felicidad ni te va a hacer más atractivo o joven). Lo que sucede es que últimamente, para vender más, las empresas no se centran tanto en las cualidades de lo que ofrecen sino en los anhelos de las personas, y juegan con estos deseos de forma implícita para provocar una compra.

 publicidad engañosa cómo evitarla
Ejemplos de publicidad engañosa

Ya ves que la publicidad engañosa puede manifestarse por vías muy diferentes; lo importante a resaltar es que tiene lugar cuando no se explicitan todas las condiciones de una promoción o beneficio, o cuando se difunden mentiras sobre un producto o servicio determinado. Por otro lado, déjanos decirte que no todo está perdido y que puedes aprender a detectar si te están vendiendo “gato por liebre”. Sigue leyendo y conoce ahora cómo hacerlo.

Cómo detectar publicidad engañosa

Lamentablemente, el mercado está plagado de propuestas tentadoras para el consumidor pero que no explicitan bien sus características fundamentales. A fin de evitar comprar o adquirir algo que luego resulte un total fraude, checa estos consejos. Te damos algunas pautas básicas para que aprendas a reconocer fácilmente la publicidad engañosa:

  • Si se trata de un concurso, promoción o beneficio, en el anuncio no figuran las Bases y Condiciones del mismo en forma clara (no está la letra chica al final del post o directamente no aparece nada acerca de las condiciones).
  • Se te solicita colocar los datos de una tarjeta de crédito o cuenta bancaria, aunque supuestamente se te está ofreciendo un artículo de regalo o un producto gratuito.
  • Tienes que tomarte el tiempo que necesites para leer las etiquetas de los productos que compres. Esto te permitirá darte una idea acabada de su contenido más allá de la publicidad. Puede darse el caso de que un yogur se promocione como “0% grasa” pero que esconda una altísima cantidad de azúcar. En general, los productos “light” o “diet” tienen que ser revisados cuidadosamente para evitar engaños.
  • No confíes del todo en las grandes ofertas: tienes que checar bien que el producto no esté fallado ni vencido. Los supermercados y las tiendas nunca pierden dinero… ellos quieren ganarlo a toda costa, así es que, si te dan algo, es porque les conviene. No están pensando en tu beneficio (perdona que lo digamos así, pero es la pura verdad).
  • Haz las cuentas correctamente en el supermercado, porque esas “promociones” del segundo producto al 70%, del 4×3, etc., a veces cuestan más caras que el hecho de llevar un paquete individual y comprar solo lo que necesitas.
  • Pide más información siempre que lo requieras, pues estás en tu derecho. Ve al sector de Atención al Cliente y no dudes en llamar a un organismo de defensa del consumidor si sientes que estás siendo víctima de publicidad engañosa. Por suerte hay numerosos organismos públicos y privados dispuestos a asesorar a la ciudadanía en estas temáticas.
  • Busca opiniones de otros clientes antes de adquirir una oferta así sin más. De esta manera podrás conocer opiniones y experiencias ajenas que te darán una idea de la utilidad de la propuesta comercial que están haciéndote.
  • Y fundamental: antes de pasar la tarjeta ¡pregunta! Pregunta por las cuotas, los intereses, el precio final, la política de devolución y todo lo que necesites saber. De lo contrario, verás el engaño cuando tengas la factura delante y no haya nada más que hacer.

¿Otro consejo útil? Queremos sugerirte no iniciar sesión en ninguna plataforma comercial a través de las redes sociales, pues si bien esto es más sencillo que crearte una cuenta en el sitio, permites que la aplicación o la página web acceda a toda tu información: fotos, estados, publicación, sitios a los que has dado “Me gusta”, fecha de nacimiento, profesión y lugar de residencia, etc.

Quizás te estés preguntando por qué las empresas querrían ofrecerte algo gratis a ti… Pues bien, déjanos decirte que nada de lo que vayan a darte es gratis. Tú les estás dando a las marcas lo más valioso que tienes, que son tus datos personales: así, ellos crean grandes bases de datos de posibles clientes para contactarlos en un futuro. Se encargan de diseñar productos o servicios que concuerden con los perfiles analizados, y luego de contactar a la gente (molestándola por mail, al teléfono móvil, etc.) para venderle algo.

Cómo evitar la publicidad engañosa
Consejos para evitar la publicidad engañosa

Así que nuestra conclusión es que debes tener mucho cuidado con la publicidad engañosa y las estrategias de marketing que utilizan las empresas. No les regales tus datos a cualquiera y piénsalo dos veces antes de aceptar un supuesto beneficio u obsequio a cambio de algo que no sea necesariamente dinero.

Esperamos que este post te haya ayudado a dilucidar en qué consiste la publicidad engañosa y cómo evitarla. Nuestra intención ha sido que conozcas el tema lo suficiente como para mantenerte prevenido y evitar tirar tu dinero a la basura o perder tiempo.

Fuentes

  • AAVV (2015) Manual ilustrado de marketing y publicidad. Argentina: Lexus Editores.
  • Bassat, Luis (2003) El libro rojo de la publicidad. Buenos Aires: De Bolsillo.