
Nadie podría ponerlo en duda: todas las organizaciones sociales, cualquiera sea su naturaleza, se crean con un fin determinado. Hay asociaciones de muchas clases, pero entre las más importantes se encuentran las comerciales, aquellas que buscan fabricar, distribuir, comprar o vender productos y servicios. Así, en este sentido, hoy hablamos sobre las metas de una empresa.
¿A qué buscan llegar este tipo de entidades? ¿Cuál es su finalidad principal? ¿Y cómo diseñar de manera adecuada tales metas? Te contamos todo esto y mucho más en la presente publicación. Sigue leyendo y no te pierdas detalle, porque contamos con el aval de un equipo de expertos en el tópico.
Qué son las metas de una empresa
A priori y de manera totalmente intuitiva, cualquiera de nosotros podría definir en qué consisten las metas de una empresa. No obstante, hay que tener cuidado con el concepto, porque en una gran cantidad de casos se lo confunde con el objetivo empresarial. Las metas de una empresa difieren en este punto y ahora veremos por qué. Se trata de elementos distintos que tenemos que separar técnicamente.
Mientras que los objetivos se refieren a aquellos grandes deseos del empresario para su organización comercial, como podrían ser llegar a lograr muchas más ventas o aumentar la participación mercantil de su compañía (es decir, anhelos de carácter global, general) las metas se relacionan con valores específicos que tienen que ser alcanzados luego de un periodo dado: por ejemplo, subir las ventas un 5% para el próximo trimestre o bajar el coste un 10% con respecto al último semestre del año anterior.
Ya ves que metas y objetivos se parecen bastante pero no hacen alusión a lo mismo. Las primeras suelen ser de corto plazo, más concretas y específicas que los objetivos. A su vez, estos últimos se esperan y se conciben para un lapso temporal más amplio y tienen un carácter más general. Normalmente, para el trabajo cotidiano los empleados de una planta se guían por metas porque contemplan franjas de tiempo menos extensas e involucran números concretos (porcentajes, indicadores, etc.); entonces, aparecen como más realistas y alcanzables.
¿Un dato que creemos fundamental mencionar? Al momento de definir qué es lo que se pretende alcanzar por medio de una actividad comercial dada, es crucial plantear solo unas pocas metas para que todos los miembros de la entidad puedan conocerlas y realizar sus tareas en pos de su consecución. Las metas de una empresa solo se pueden alcanzar si la planta completa trabaja de manera armónica para lograrlo.
Por otro lado, no hay que olvidar que previo a plantear las metas de una empresa es fundamental realizar estudios de mercado conscientes y profundos para poder definirlas, como así también auditorías internas a la entidad. Las decisiones a tomar dependerán del grado de posicionamiento actual de la compañía, su volumen de ventas, sus costes y rendimiento, la situación de los competidores y de la economía a nivel macro, etc.
Cómo diseñar paso a paso las metas de una empresa
Ahora que sabes en qué consisten estas metas empresariales, te invitamos a pasar al siguiente apartado para saber cómo diseñarlas en concreto. Te damos una serie de tips que te serán muy útiles en este sentido.
¿Cómo diseñar las metas de una empresa?
¿Qué es lo que debemos hacer al momento de diseñar las metas de una empresa determinada? ¿Cómo lograr que sean realistas y concretas? No es tan difícil: solo tienes que seguir una serie de reglas conocidas bajo la expresión SMART. Se trata de una sigla que proviene del inglés y que da cuenta de todas las características que debería tener una meta eficiente. Veamos:
- S (Specific – Específica): la meta tiene que estar expresada de forma clara y precisa. No admite dudas o cuestionamientos en el futuro.
- M (Measurable – Medible): debe ser posible someterla a indicadores que den cuenta de su rendimiento, tanto durante el proceso como a la hora de los resultados.
- A (Achievable – Alcanzable): es fundamental ser realista cuando se plantean las metas de una empresa. En este sentido, se deben considerar todas las variables en juego, como el costo, el capital humano, el tiempo, etc., para saber si la meta es viable.
- R (Relevant – Relevante): por supuesto, las metas deberían apuntar a solucionar necesidades concretas del negocio y a lograr los objetivos finales más importantes.
- T (Time bound – Tiempo determinado): resulta esencial plantear un lapso de tiempo límite para la consecución de las metas, a fin de que los esfuerzos no se diluyan.
Como habrás podido darte cuenta, la palabra “Smart” en inglés también significa “inteligente”. Cumpliendo con las premisas que acabamos de ver, nos aseguraremos de que las metas de una empresa estén planteadas de manera inteligente, estratégica y efectiva.
Ahora bien, no basta con que las metas planteadas cumplan con la sigla para que todo el trabajo esté hecho. Una vez que hayan sido definidas, es fundamental delimitar las actividades a realizar, dónde y cuándo se deben llevar a cabo, los motivos por los cuales se deben hacer, de qué manera se van a desarrollar, quiénes son las personas a cargo de cada tarea, a través de qué metodología se desplegarán, y qué recursos se invertirán en su ejecución.

Todas estas informaciones deberían ser suministradas al personal de la organización para que cada miembro de la compañía pueda dirigir sus esfuerzos a cumplir las metas determinadas. Tal vez no lo sabías, pero al día de hoy este método es uno de los más provechosos en las grandes empresas, porque les permite concretar el proyecto institucional en el mediano plazo.
Pues bien, ya es momento de cerrar este post. Hemos definido qué son las metas de una empresa, cómo se pueden definir y cuál es su importancia. Esperamos que la información te haya sido de utilidad; de cualquier manera, esperamos tu comentario en la caja de abajo para continuar profundizando en la cuestión.
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