
A lo largo de nuestras sucesivas publicaciones, hemos analizado una amplia variedad de temáticas relacionadas con la administración, el plan estratégico empresarial, la contabilidad de una organización, la toma de decisiones en una compañía… es en este último punto donde nos detendremos una vez más para analizar las llamadas “fuerzas de Porter”. ¿En qué consisten, cuántas son, por qué son importantes para un negocio? Entérate aquí.
Justo delante de la pantalla tienes el informe que estabas esperando descubrir. Los mejores expertos en la temática se han puesto a trabajar a tu servicio para brindarte un análisis detallado, con datos confiables y verificados, pero al mismo tiempo sencillo y ameno de leer. No te pierdas una sola palabra del post: damos respuesta a todos tus interrogantes y nos adelantamos, incluso, a cualquier pregunta.
¿Quieres saber más sobre las fuerzas de Porter, su injerencia en el ámbito empresarial, por qué debes conocerlas y cómo se aplican? Entonces no lo dudes un solo segundo: continúa leyendo para obtener un asesoramiento de primer nivel.
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¿Qué son las fuerzas de Porter?
Bueno, intentaremos ser concisos a este respecto para responder rápidamente a la cuestión. Las fuerzas de Porter son 5 y constituyen un modelo de análisis para desarrollar una estrategia de negocio a la medida de una empresa. Se denominaron de esta forma gracias a su creador, Michael Porter, a finales de los años ’70.
En otras palabas, representa un método práctico y conciso para determinar qué capacidad de competencia tiene una X organización al interior del sector de mercado al cual pertenece. De acuerdo con Porter, existen 5 fuerzas muy importantes que dictaminan cuál será el poder o alcance competitivo de nuestra firma:
- El poder de negociar con los clientes.
- El poder de negociar con los proveedores.
- La amenaza que representa el surgimiento de mayor competencia.
- La amenaza que representa la creación de productos/servicios que puedan reemplazar los nuestros.
- La rivalidad que existe entre los competidores presentes en el mismo nicho de mercado.
De acuerdo con su creador, la reflexión sobre estos 5 ítems puede permitirnos comprender el grado de competencia que presenta nuestro negocio, y a partir de allí, formular estrategias dirigidas a explotar las oportunidades ofrecidas por el mercado y a defendernos de aquello que detectemos como una posible amenaza.
A pesar de sus bondades, el modelo de las fuerzas de Porter ha sufrido cuestionamientos por excluir del análisis la variable gubernamental, que para la mayoría de las empresas resulta crucial. Sin lugar a dudas, el Estado representa un fuerte factor a la hora de determinar la competitividad de una organización dada.
Te invitamos a conocer mucho más sobre la historia de vida de Michael Porter desde el siguiente enlace; no abordaremos su biografía aquí por cuestiones de espacio y porque nos interesa más lo que tiene para ofrecernos su teoría. Sin embargo, no queremos dejar de darte la posibilidad de ahondar en el tema por ti mismo mediante una fuente de información segura, actualizada y confiable.
Ahora que sabes a ciencia cierta en qué consisten las fuerzas de Porter, estás preparado para pasar al siguiente apartado, donde revisaremos de manera pormenorizada cada una de ellas. No dudamos en que conocerlas te permitirá aprovechar una serie de coordenadas del contexto particular de tu empresa en tu favor, tomando las medidas que sean necesarias según tu caso.

Las 5 fuerzas de Porter
Luego de una breve caracterización de esta teoría, queremos pasar a la práctica y explicar por separado las distintas fuerzas de Porter para analizar su impacto en la realidad empresarial. Además, te damos consejos y tips muy útiles para que aprendas a contrarrestar el efecto que podrían surtir sobre tu negocio y su volumen de ventas, como así también sobre su posicionamiento dentro del mercado.
Negociar con el cliente
Nadie puede cuestionar el hecho de que únicamente los clientes tienen, en sus manos, el poder de escoger productos o servicios de los competidores. La situación resulta evidente cuando hay varias alternativas en este sentido: mientras más empresas competidoras se le presenten, menos chances tendremos de ser los elegidos.
Por otro lado, los clientes pueden organizarse entre sí para decidir cuánto dinero están dispuestos a pagar por X artículo o servicio; e incluso, pueden reclamar en otros aspectos (la calidad del producto, sus plazos de entrega, su cantidad, etc.), condiciones que, de cumplirse, redundan en menores beneficios económicos para las empresas.
Ahora bien ¿qué podemos hacer para reducir el impacto de esta fuerza sobre nuestro nivel de competitividad? Es posible reforzar las campañas de marketing, aplicar una estrategia de diferenciación para un X producto/servicio, incrementar los puntos de venta, bajar los precios de los artículos, entre otras técnicas.
Negociar con los proveedores
Entre las fuerzas de Porter también se encuentran los proveedores, cuyas decisiones pueden influir sobre el éxito de nuestro negocio. Las modificaciones en los precios, los tiempos de entrega, la calidad o los medios de pago, son variables a tener en cuenta porque ellos las pueden manejar y afectarnos.
Necesitamos de los provedores, pero mientras menos productos diferenciados debamos comprarles, mucho mejor. Esto permitiría, en última instancia, cambiar a otro proveedor sin sufrir grandes consecuencias. Entonces, mientras más pequeña sea la plataforma de provisión, más poder tendrá esta fuerza sobre el propio negocio.
Aquí es fundamental considerar distintos factores, como la capacidad de compra de la empresa, la posibilidad de hallar nuevos proveedores, los movimientos del mercado, el peso relativo del producto o servicio brindado.
Para que esta fuerza incida menos sobre la firma, es una buena medida intentar incrementar la cartera de proveedores, establecer acuerdos sólidos de largo plazo con los mismos y –como última opción- fabricar los propios insumos en adelante.
Amenaza de mayor competencia
Tal vez no sabías que esta constituía una de las fuerzas de Porter, pero seguramente la conocías aunque sea de manera intuitiva. Mientras más empresas haya, en el mismo medio, que ofrecen lo mismo que nosotros, más complicado será ganar clientes y ventas.
Se considera “competencia” a cualquier firma que tenga cualidades o una oferta similares a las propias. A más facilidad de entrada en el mercado por parte de la competencia, más amenazante será para nuestro negocio.
Ahora bien, es importante considerar que existen una serie de barreras que frenan el ingreso de nuevas empresas al mismo nicho de mercado. Las esenciales son el coste (el hecho de tener una producción más barata o de emplear economías con escala permite aplicar un menor precio a los productos), un acceso privilegiado a ciertos puntos de venta, el pasaje de impedimentos legales que la propia firma ya atravesó, y –por supuesto- la identificación del cliente con la marca (los consumidores ya conocen nuestros productos y están habituados a ellos).
Por otra parte, creemos honesto acotar que muchas organizaciones gubernamentales y civiles bloquean el ingreso de nuevas empresas al mercado por cuestiones ideológicas o intereses económicos particulares. Puede ser, por ejemplo, la entrada de una nueva cadena de comida rápida en una comunidad mayormente vegetariana.
Amenaza de sustitución de productos
¿Qué es un producto sustituto? Obviamente, un reemplazo de algo que ya existe y que es provisto por una empresa dada. Si el cliente decide hacer un cambio en su compra y elige un sustituto para un producto o servicio que ya conocía, se da una amenaza para las ventas de la propia marca.
Esto puede darse por distintos motivos: menor precio, mejor calidad, mayor disponibilidad, fuerte publicidad, moda, recomendación ajena, etc. Lo importante a notar es que el hecho de que haya productos sustitutos coloca un tope en el precio máximo a asignar a un X producto. El fantasma del cambio de marca a otra más barata siempre está presente.
Tu negocio puede hacer frente a estas amenazas de distintas formas: bajando los precios, aumentando la calidad de sus productos o bien, creando reemplazos mismos para la marca ya instalada.
Puja entre la competencia
Esta es la última de las fuerzas de Porter a considerar, puesto que, de alguna forma, sintetiza las anteriores. Brinda a la firma la información que necesita para plantearse sus propias estrategias de posicionamiento mercantil.
Como sabes, cada empresa competidora formula sus estrategias para sobresalir del resto; pues bien, el desafío consiste en preverlas, reaccionar a ellas y superarlas. La puja en el mercado se incrementa sobre todo en artículos perecederos, frente a una reducción de la demanda o ante la falta de diferenciación en los distintos productos.

Lo que se puede hacer para paliar la presión de la competencia es implementar más publicidad (con enfoque en la diferenciación de productos), bajar los costos fijos, establecer alianzas con otras firmas, subir la calidad del bien y brindar rasgos que agreguen valor a la propuesta comercial.
En fin, en este artículo hemos hecho un repaso de las fuerzas de Porter y te hemos dado valiosos consejos para que sepas gestionarlas en pos del crecimiento de tu empresa.
Fuentes
- Porter, Michael (1982) Estrategia competitiva. México: CECSA.
- Varas, Víctor Alberto (2011) Contabilidad conceptual y práctica para todos. España: Errepar.