
No estamos revelando una verdad divina al afirmar que cualquier emprendimiento económico, por más pequeño que sea, no nace ex nihilo (de la nada): requiere al menos unos recursos mínimos para ponerse en marcha. Teniendo este hecho como premisa esencial, hoy hablamos sobre los diversos recursos de una empresa. ¿Cuáles son, cómo se clasifican, en qué radica su importancia? Aquí respondemos los interrogantes que tienes. Prepárate para el informe que estabas esperando leer.
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¿Cuántos y cuáles son los diferentes recursos de una empresa? ¿Cómo se seleccionan los más adecuados según el tipo de actividad a realizar? ¿Existe una categorización específica para los recursos de una compañía? Quédate tranquilo, porque damos respuesta a todas tus preguntas.
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Importancia de los recursos de una empresa
A nivel intuitivo, cualquiera de nosotros podría afirmar que sabe qué es un “recurso” y de cuáles puede echar mano un negocio para iniciar sus actividades y, de hecho, hacer posible que tengan una continuidad en el tiempo. Sin embargo, nos parece necesario brindar mayores precisiones sobre este tema con una definición específica.
Llamamos lisa y llanamente “recursos de una empresa” a todos aquellos elementos tangibles e intangibles que permiten el funcionamiento de un negocio: es decir, lo que resulta indispensable para concretar las actividades productivas o comerciales a través del tiempo. No importa si la firma se dedica solamente a comprar y vender, o si presta servicios o si produce bienes; en todos estos casos, necesita echar mano de diferentes recursos para poder funcionar.
La mayoría de los proyectos económicos nacen con una cantidad de recursos limitada que va ampliándose a medida que la organización crece. Con el dinero generado por las ventas, es posible cubrir los gastos realizados y con el excedente realizar nuevas inversiones. De esta forma, poco a poco una empresa puede ir expandiéndose en el mercado. Esto se manifiesta de diversas maneras: producción a mayor escala, apertura de plantas en otras zonas geográficas, inauguración de nuevos puntos de venta y locales comerciales, etc.
¿Cuán importantes son los recursos de una empresa? Esenciales, fundamentales: sin ellos, directamente, no existiría ningún negocio. Incluso aquellos modelos que se basan solo en conocimientos de las personas (pensemos, por ejemplo, en la tarea de los traductores o de los educadores) requieren un mínimo de recursos como un ordenador personal, acceso a fuentes documentales, bibliografía e Internet. También pueden necesitar una cuenta bancaria para recibir pagos, por ejemplo.
Con esto queremos decir que cualquier actividad económica (esto es, que nazca con el objetivo de generar dinero o ganancias monetarias) necesita sí o sí recursos con los cuales ejercerse. Tal característica resulta aplicable a todo emprendimiento, de menor o mayor escala, y en cualquier rubro que podamos concebir.
Pues bien, ahora que conoces de forma patente la importancia de los recursos de una empresa, te sugerimos pasar a la siguiente sección para conocer una sencilla y clara clasificación de los mismos. Usaremos la taxonomía más habitual en este campo para que sepas concretamente qué clases de recursos hay en las organizaciones.
Tipos de recursos de una empresa
Como seguramente sabes, no hay una única fuente de la cual se extraigan los recursos de una empresa, aquellos elementos que le son indispensables para desplegar sus distintas actividades. Existe una clasificación bastante bien definida en este sentido, y que está conformada por recursos de tipo humano, material y financiero; a continuación explicamos las particularidades de cada uno de ellos.

Recursos humanos
Hemos analizado este tema en un post específico; no obstante, vale la pena recordarlo. Los recursos humanos de una empresa están representados por el conjunto de personas que forman parte de una organización comercial o industrial, sin importar su jerarquía. Se considera que los individuos son fundamentales para hacer funcionar un negocio, más allá del resto de los recursos con los cuales se cuente.
De hecho, nos encontramos delante del recurso primordial, por excelencia, de cualquier institución; seguramente has conocido casos espectaculares de emporios económicos que nacieron casi de la nada, que surgieron por ejemplo con una simple venta de unos pocos artículos usados a través de Internet (checa esta interesante historia para descubrir uno de estos casos).
Lo que queremos decir es que, a pesar de que se cuente con un gran capital inicial como inversión, excelentes instalaciones, fuentes de financiamiento de toda clase o maquinaria de avanzada, nada de esto valdrá la pena si no existe un recurso humano eficiente que pueda gestionarlo. Incluso, ha habido casos de empresas que han llegado a la ruina habiendo tenido las mejores oportunidades para desarrollarse, pero que se han perdido por una mala administración.
¿Qué ejemplos concretos de recursos humanos podemos mencionar? Veamos una breve lista para que tengas la tipología más clara:
- El gerente de ventas de una empresa comercial.
- La encargada de administrar las redes sociales de una marca.
- El equipo de limpieza de un shopping.
- Los encargados de atención al público en una tienda de departamentos.
- El gerente de un hotel.
- Los choferes de una compañía de taxis.
- Los administrativos de una institución pública de gobierno.
- La recepcionista de una empresa de seguros.
- Los repositores de las góndolas de un supermercado.
- Los cajeros de una tienda de indumentaria.
- Los diseñadores de una planta industrial que fabrica artículos de consumo.
Recursos materiales
Como cabe imaginar, entre los recursos de una empresa hay que mencionar a los materiales, es decir, todos aquellos elementos físicos y bienes tangibles que se necesitan para llevar a cabo distintas tareas, actividades y operaciones. Los recursos materiales pueden representar una amplia gama de instrumentos; para orientarte, a continuación mencionamos algunos de los más utilizados:
- Máquinas pesadas para producir bienes de consumo.
- Muebles, estanterías e instalaciones del sector administrativo u otros.
- Artículos de oficina (papelería, tinta para imprimir, bolígrafos, etc.).
- Equipos informáticos y tecnológicos en general.
- Materias primas (de origen natural o con cierto grado de industrialización).
- Terrenos y edificios donde operar.
- Locales comerciales en los cuales realizar las ventas y sus respectivas instalaciones, muebles, etc.
- Rodados (para distribución de productos, traslados, etc.).
Es importante señalar que los recursos materiales constituyen los denominados “activos” de una empresa, aunque del tipo “no líquido”: es decir, que no son fácilmente transformables en dinero corriente para realizar transacciones comerciales (a diferencia del siguiente caso, los recursos financieros, que veremos en el próximo apartado).
Por otra parte, con el correr del tiempo estos recursos van depreciándose; es decir, van perdiendo su valor inicial porque envejecen, se arruinan, dejan de funcionar o necesitan reparaciones y actualizaciones. Tal proceso es conocido, en términos contables, como amortización, y es necesario registrarla al hacer el balance financiero de la organización.
Recursos financieros
Al contrario del caso anterior, aquí nos hallamos frente a aquellos recursos de una empresa que representan activos corrientes, esto es, que pueden transformarse fácilmente en dinero. Presentan alta liquidez y suelen ser utilizados por las empresas para responder a sus obligaciones y crecer.
Puede que, al principio, no haya recursos financieros disponibles (piensa, por ejemplo, en un emprendimiento unipersonal que comienza con la creación artesanal de algún producto con insumos que ya se posean o que nace con la venta de artículos usados). No obstante, se espera que a través de los dividendos que generan las ventas sea posible hacer nacer instrumentos financieros para continuar con las actividades empresariales.
En ausencia de los recursos financieros, prácticamente resulta imposible llevar adelante los procesos productivos y comerciales en una entidad que se piense de cierta envergadura. Entre otras cosas, aquellos permiten comprar materiales para continuar con la producción, hacer inversiones (ampliaciones, renovaciones, etc.), gestionar pagos a futuro, pagar los sueldos a los empleados, hacer frente a las obligaciones impositivas y previsionales, etc.
Veamos en concreto algunas de las clases más representativas de recursos financieros de los cuales puede disponer una organización:
- Dinero en efectivo.
- Cheques a cobrar.
- Depósitos en el banco.
- Bonos del Estado.
- Pagarés a favor.
- Créditos.
- Préstamos bancarios.
Los recursos financieros también forman parte de los activos de una entidad; cuando hay deudas, estamos hablando de pasivos (obligaciones, compromisos económicos, deudas pendientes, intereses, créditos, pagos a proveedores, etc.). Es muy importante que la empresa contrate administradores o contadores que sepan gestionar eficientemente los recursos financieros, de manera que la compañía pueda navegar firmemente y sortear los obstáculos siguiendo el rumbo económico trazado.
Por supuesto, estos no son los únicos casos que existen en cuanto a la financiación; hemos querido brindarte solo un panorama general para que tengas idea de los principales recursos financieros que hay. Si deseas mayores especificaciones, puedes consultar nuestro post específico sobre el tema.
Finalmente, luego de haber mencionado los recursos humanos, materiales y financieros, queremos destacar dos últimos recursos que nos parece importante tener en cuenta: son las tecnologías y el tiempo. Por una parte, si bien la tecnología se ve plasmada en elementos materiales (como un ordenador o una máquina) también está formada de aspectos intangibles como la mejora de procesos o los nuevos conocimientos y técnicas de los trabajadores para optimizar las actividades productivas y comerciales.

Por otra parte, el tiempo es un insumo valioso pues la idea es hacer rendir los recursos de manera que otorguen la mayor retribución económica en el menor tiempo posible. Es decir, generar más dinero en un plazo menor: esto da cuenta del índice de productividad de la compañía.
Ya va siendo hora de cerrar este post. Aquí hemos pasado revista a la definición de “recursos de una empresa”; además, hemos brindado una categorización clara y simple de los mismos, aunque con precisiones bien detalladas. Finalmente, te hemos dado en cada caso algunos ejemplos específicos sobre los diversos recursos que son de habitual implementación en los negocios. Queremos que obtengas un panorama amplio del tema aunando la teoría con la práctica, como solemos hacer en todos nuestros análisis.
Nos vamos con la esperanza de haber satisfecho tus expectativas de información; sin embargo, si deseas mayores precisiones o una profundización de algún punto, tienes a tu disposición la caja de comentarios justo aquí debajo. Estaremos encantados de recibir tus dudas, sugerencias y preguntas e intentaremos responderte a la brevedad. Uno de nuestros objetivos es crecer a la par de los lectores y aprender de ellos.
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